En Zaragoza capital la falta de examinadores del carnet de
conducir afecta a más de 1.000 aspirantes a conductores. A finales del pasado
mes, las autoescuelas sacaron
decenas de vehículos en manifestación como método de protesta. En Barcelona, en
el último año se ha producido tal cantidad de bajas por jubilación, que las
autoescuelas han visto reducido drásticamente – de 5 a 1- el número de exámenes
que pueden llevar a cabo al mes. La plantilla de examinadores en esta ciudad ha
pasado de 70 a 55 y, aunque está prevista la incorporación de 4 profesionales
en las próximas fechas, según denuncia María Olivera, presidenta de la
Federación de Autoescuelas de Barcelona, “será imposible recuperar una cadencia
normal de exámenes”. A esta demanda también se suman las autoescuelas en Oviedo.
La Confederación Nacional de Autoescuelas de España (CNAE) ha instado reiteradas veces
a la DGT a que implemente las soluciones oportunas para encauzar el problema y
acelere el programa de formación de nuevos examinadores entre funcionarios de
otros departamentos de la Administración.
El presidente de la Confederación, José Miguel Báez, ha
sugerido varias medidas como así lo hizo el de los desguaces en Asturias. Entre
ellas, la ampliación suficiente e inmediata de la plantilla de examinadores,
que se permita a los funcionarios hacer horas extraordinarias o que se recurra
a la iniciativa privada al objeto de reforzar el examen allí donde hay retrasos
en las pruebas. En opinión de Báez "es inadmisible que se perjudique a
miles de aspirantes a conductor de autocares y se ponga en riesgo la sostenibilidad de un
sector –el de las autoescuelas-
fundamental para la economía del país".
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